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Cuando tenías 12 años...
En el programa de tertulia Y usted qué opina planteaban la cuestión de que un hijo fuera homosexual.
Los testimonios de personas en la calle hablan de vicio, defecto y degeneración.
A ver quién salía del armario después de escuchar eso...
Lo puedes ver en los archivos de RTVE. Los testimonios comienzan en el minuto 33:23.
En 1988 llegaba la noticia desde Reino Unido de que Margaret Thatcher y su gobierno aprobaban la Section 28.
Un poco de contexto: comenzó con el intento de retirar de las bibliotecas el libro Jenny lives with Eric and Martin (Jenny vive con Eric y Martin) que retrataba la vida de una niña con su padre y el novio de este. Querían retirarlo por promover la homosexualidad entre niños. Durante 1986 hubo manifestaciones de padres exigiendo que se retirara.
El pánico a que se estuviera adoctrinando a niños sobre homosexualidad y la situación social hicieron que este año se aprobara esta norma.
Lo que eliminaba cualquier posibilidad de tener referentes diversos para muchos menores.
Incluso grupos de apoyo para estudiantes LGTBIQ+ en escuelas y facultades en Gran Bretaña fueron cerrados por los consejeros por miedo a atentar contra la ley.
Muchos conocen la famosa frase de Ruiz Mateos de “Que te pego, leche...” dedicada a Boyer. Pero no tantos recuerdan que poco antes habla del ministro así:
Se queda a gusto asociando falta de valentía con sexualidad.
Con 15 años...
Hasta entonces la OMS consideraba la homosexualidad como una enfermedad mental.
Piensa que solo hace unos 30 años.
En el programa Hablemos de sexo se planteaban qué pasa al tener un hijo homosexual. Aunque algunos se mostraban proclives a “comprender” y apoyarles, alguno de los entrevistados aseguró incluso que “probablemente lo pondría en tratamiento médico”.
“Es una desgracia que Dios nos manda y nos tenemos que conformar”, declaraba otra mujer.
“Lo comprendería, pero no lo admitiría”. Esa última incluso nos deja un poco confusos...
La sirenita tardó en llegar a España y no se estrenó hasta finales de diciembre de 1990. Así que en 1991, además de a la sirena, conocimos a Úrsula, la villana de la película.
El quid de la cuestión viene ahora: Úrsula estaba inspirada en Divine, la famosa drag queen icono LGTBIQ+.
De hecho, existe la teoría de que Disney peca de haber aplicado el queer coding en sus películas.
El queer coding consiste en dar a sus villanos características que se detectan como queer por la audiencia.
Ejemplos: los villanos suelen poseer un amaneramiento diferente al de los héroes,visten túnicas y vestidos largos en muchas ocasiones, muestran delgadez, tienen ojos pintados...
Puede que no hayas visto la película Instinto básico pero seguro que te suena su cruce de piernas.
Lo que quizá no sepas es que en el momento de su estreno la película estuvo rodeada de polémica. La protagonista es bisexual, y para un personaje LGTBIQ+ protagonista que hay en el cine, resultó ser frío y despiadado...
Muchas veces se caía en el tópico de representar a las mujeres lesbianas y bisexuales como retorcidas. Grupos de activistas intentaron boicotearla.
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En este año se emitió el episodio de Farmacia de guardia de Televisión Española, donde Fernando Telletxea interpreta a Clara, uno de los primeros personajes trans en una serie de la televisión pública.
Hasta entonces la visibilidad trans solo se había producido en cine y en películas de bajo presupuesto. Esta vez se trataba de una serie muy querida por el público y con mucha audiencia.
La película Philadelphia, protagonizada por Tom Hanks, habla de la la discriminación en el trabajo por ser homosexual y tener SIDA.
Durante el juicio por despido improcedente se ve cómo se juzgaba a la persona no solo por sus acciones, sino también por su sexualidad y por su enfermedad.
Cuando esta enfermedad apareció y no se sabía mucho sobre ella se conocía como GRID, siglas de Gay-Related Immune Deficiency. Se relacionaba directamente con las personas gais y se conocía como el cáncer gay.
Más allá de los referentes negativos que se citan en esta web, que contribuyen a perpetuar estereotipos nocivos basados en tópicos, es importante destacar la gran carencia de referentes en los medios durante nuestra adolescencia, una etapa crucial en nuestro desarrollo como adultos.
Esta falta de representación LGTBIQ+ nos relega a un segundo plano, generando en nosotros una sensación de exclusión y limitando nuestra formación. Lo que nos hace sentir que no encajamos, que estamos siempre fuera del foco, fuera de escena.
